Espacio de Opinión Libre
viernes, 21 de agosto de 2015
martes, 11 de agosto de 2015
El Affaire “Ceprili”
No es ningún descubrimiento, para
casi nadie, la alta exposición de la sociedad contemporánea al desordenado
torrente de novedades, noticias e imágenes de todo tipo, en virtud de la
relativa facilidad para acceder a las tecnologías de la información en estos
días. Sin embargo la objetividad, seriedad y veracidad de los contenidos son
bastante desiguales o provienen de fuentes poco confiables en unos casos y en
otros son productos inacabados de la precipitación por llegar primero en una
carrera sin meta clara a la vista. Cuyo efímero premio hipoteca varios de los
principios fundamentales que la propiciaron. No podemos saber a ciencia cierta
si estas connotaciones se dan de forma intencional, fortuita o derivada, pues
resulta imposible salvar un terreno tan abstracto sin caer en la misma
subjetividad inconsistente que intentamos dejar en evidencia. Lo que sí puede
demostrarse es la miríada de imágenes, comentarios y editoriales efectistas y
confusos al ser confrontados con la verificación empírica. [1]
Por mucho tiempo los medios han sido
llamados “agentes formadores de opinión”, consideramos que erróneamente en una
buena muestra de casos, sobre todo en aquellos donde no se practica un
periodismo con un mínimo de investigación, porque se debe cumplir
indefectiblemente con un tiempo determinado y un espacio lleno. Considero sería
más acertado denominar, a este tipo de medios, que son mayoría por molesto que
resulte aceptarlo, “direccionadores de la opinión”, buscadores persistentes de
exacerbar reacciones pasionales para generar filiación posicional y auditorio
proclive, confundiéndolo con la construcción de carácter editorial. A diario podemos comprobar con relativa
facilidad lo confusas, apresuradas y tendenciosas que resultan una infinita
cantidad de publicaciones en diferentes soportes. En una gran cantidad de casos
parecen más fruto del apasionamiento liviano sobre el tratamiento de los hechos,
en lugar de una búsqueda de la profundidad; no se repara en la sólida
fundamentación sino en llegar con una maqueta más o menos elegante al potencial
interlocutor: el público. [2]
Y el público absorbe y magnifica lo
recibido en forma de “falsos positivos” o “falsos negativos”, conjugándolos en aseveraciones
tomadas en forma ad hoc, opiniones y prejuicios, una serie de mitos y falacias
lógicas. Creencias asumidas sin argumentos sólidos para el debate e impresiones
distorsionadas por la percepción personal, que se repiten cual eco hasta lograr
un status de verdad revelada
incuestionable. Sin tener, la mayoría de las veces, verdadera conciencia
de los contenidos, inferencias o potenciales riesgos que implican ese tipo de
asunciones hipotéticas aceptadas por axiomáticas y generalizadas en la
repetición a coro. Habría mucho para agregar en este sentido, pero no es la
finalidad del presente artículo profundizar más de lo ya expresado en un tema
tan intrincado, por no ser el móvil de la publicación. De todas formas, siendo
conscientes de las inductancias recíprocas en las sociedades, ya expresadas en
las teorías sociológicas y psicológicas más aceptadas en la actualidad, parece
un dato relevante a tener en cuenta las derivaciones de las diferentes
relaciones y efectos de las mismas en todas sus manifestaciones. Por sobre
todas las cosas deberíamos saber separar la oratoria convincente y bien
estructurada de la argumentación lógica fundamentada en la evidencia, pues es
conocido el retruécano de que: “los medios proveen lo que el público demanda”. [3]
Hecha esta breve introducción,
abordaremos de lleno el verdadero motivo de nuestro trabajo, que si bien
comenzó con una crítica a ciertos métodos informativos, parece obvio ese
aspecto no puede agotarse en tan breves palabras. Simplemente, hemos anotado las
puntualizaciones que consideramos oportunas para internarnos en una noticia
acaecida recientemente en Uruguay. En el tratamiento de la cual pudimos
observar todas las patologías derivadas del anterior análisis en cuanto a su
comunicación a la opinión pública, lo cual ha generado como podremos ir
apreciando, cierta radicalización de algunas posiciones y fuertes
cuestionamientos en ocasiones incluso, dirigidos contra los mismos medios
informativos. Dejando al descubierto un ambiente de ánimos soliviantados por la
sensación de inseguridad absoluta que esos mismos medios alentaron repetidas
veces. Convirtiendo la sección policial en una suerte de accionista mayoritario
frente al resto de la información difundida, agudizado esto por el uso
irresponsable de la terminología empleada en la titulación y narrativa de los
eventos.
Decíamos, recientemente se produjo
un hecho en Uruguay que generó importantes debates a nivel social y político en
el país. El pasado miércoles cinco de agosto fue difundida por varios canales
de comunicación, una grabación de las cámaras de seguridad del centro de
detención de menores “Ceprili” dependiente del SIRPA (Sistema de
Responsabilidad Penal Adolescente) el cual a su vez pertenece al INAU (Instituto
del Niño y el Adolescente del Uruguay). No es algo nuevo en la dinámica de estas
instituciones la filtración de inquietantes rumores de prensa relacionados con
su funcionamiento interno, o la intervención de la justicia para aclarar algunas
denuncias sobre determinadas prácticas habituales en el trato a los internos,
radicadas por sus familiares. Esto es moneda más o menos corriente y siempre -
o casi siempre- todo se pierde en la vaguedad de versiones encontradas y la
falta de pruebas físicas para sustentarlas o desestimarlas. Lo mismo ocurre con
el trabajo de la recientemente creada
Institución Nacional de Derechos Humanos (II.NN.DD.HH) creado en el año 2012,
pero que comenzó a desempeñar sus tareas efectivamente a partir de 2013. El
cual junto con otras organizaciones vinculadas al tema ha venido alertando a
las comisiones correspondientes del Poder Legislativo, sobre situaciones de
distinta gravedad que necesitan ser prontamente solucionadas para evitar el
desborde de los centros. [4] [5]
Nada de esto escapa a lo corriente.
En tal sentido y antes de ver las imágenes que luego se difundieron
masivamente, la tendencia a la que podíamos sentirnos tentados a afiliarnos,
era la de tomarlo como una nuevo capítulo de las dos o tres “Historias sin fin”
que arrastramos como sociedad hace tantos años. Concretamente aquí, desde las
viejas épocas del INAME (como se llamaba antes al ahora INAU). Una nueva
profecía auto-cumplida de un desmán ocasionado por unos chicos inadaptados y
radicalizados en el uso de la violencia para lograr sus objetivos inmediatos.
Sin embargo, este caso presenta peculiaridades muy diferentes a otros. Quizás
la más sobresaliente de ellas sea la existencia de una prueba física, un
documento digital público, donde se puede ver en detalle el desarrollo de los
acontecimientos con mayor relevancia. [6] [7] [8] [9]
En esta filmación se observa la
forma en que un numeroso grupo de funcionarios que ronda las treinta personas,
ingresa en un patio interior para reducir a dos adolescentes que provocaron
algunos daños en ese patio y dependencias cercanas del centro “Ceprili”. Eso
por sí sólo representa algo fuera de lo común, puesto que no resulta cotidiana
la aparición de registros fílmicos oficiales sobre la actuación del personal de
ningún internado de este tipo. Es decir que, convenientemente, casi nunca se
cuenta con otro elemento de valor que la opinión, para contrastar las versiones
de una u otra parte interesada sobre los casos que se denuncian. Intentaré a lo
largo de este artículo no sólo relatar los eventos que pueden apreciarse en la
imagen, sino además intentar ayudar a interpretarlos en el contexto donde se
desarrollan, ir un poco más lejos que las primeras impresiones. Pretendiendo darle
al trabajo una cierta cercanía con la investigación periodística en lugar de la
mera opinología o crónica inventaria.
El fragmento de la grabación hecha
pública muestra, a su inicio, dos jóvenes que comienzan a causar algunos
desmanes y destrozos menores en dependencias interiores del centro “Ceprili”. Luego
de reclamar en varias ocasiones ser atendidos por algún profesional encargado
de su cuidado sin obtener respuesta. Puede apreciarse claramente a través de
una puerta-reja de acceso al patio, el tránsito de por lo menos tres
trabajadores distintos en el interior del centro, pero los mismos hacen caso
omiso a las demandas de los adolescentes. Un dato contextual, para nada menor,
es que estos funcionarios se encontraban
participando de una asamblea gremial en el mismo lugar de internación. Dicha
asamblea no se aprecia directamente en las imágenes y la información se obtuvo
mediante las declaraciones del presidente del Sindicato Único de trabajadores
del INAU (SUINAU), el Señor José Lorenzo López. Quién es además Vice-presidente
de la central gremial única de trabajadores del Uruguay (PIT-CNT), el cual se
encontraba en la asamblea y presenció en forma directa la mayor parte de los
hechos que iremos relatando de aquí en adelante. Según las declaraciones de
López, la reunión se concretó tras haber sido abortado un intento de fuga con
el resultado de cuatro trabajadores heridos. Haciendo uso de un procedimiento
habitual y acostumbrado dentro del gremio, cada vez que ocurre algo de tales
características y algún integrante del gremio resulta lesionado o shockeado por
una situación laboral. [10]
Sin desmedro de las explicaciones
referidas anteriormente, basándonos en lo apreciable del documento visual y en
un rápido ejercicio de sentido común, encontramos ya en este punto una primera
condicionante que atrae poderosamente nuestro
foco de observación. Nos referimos en concreto a la ausencia de atención
a dos internos que, en horas de la noche, se encuentran fuera de sus
habitaciones y con la potencial oportunidad para causar desordenes o lesiones
tanto a sí mismos como a otros. No inferimos de ninguna manera que esto se dé
en cada ocasión donde se reúne una asamblea, pues el hacerlo, nos parece, sería
continuar repitiendo rumores que no podemos comprobar fehacientemente y de lo
cual ya se ocupa la investigación judicial.
Aún así, es evidente el pésimo antecedente que tal actitud por sí sola
marca. A continuación se aprecia la reacción de los adolescentes ante la falta
de respuesta, la cual sin duda es inapropiada, orientada hacia la violencia y
la destrucción como herramienta válida para obtener la atención requerida. No
obstante, tampoco se debe pasar por alto cayendo en la mera subjetividad o prejuicio,
el por qué la situación se sale de un
cauce normal. [11]
Desde un punto de vista analítico,
empírico y basado en la evidencia, únicas garantías a las que podemos recurrir
para evitar la presunción ligera y sesgada por la óptica personal; en esta
coyuntura la reacción de los dos internos aparece claramente desacertada y
desmedida, pero a raíz de causas previas que les son ajenas: la omisión y la
desatención de sus responsables. He ahí la razón primera, el fulminante
original de una reacción en cadena que va llevando a los involucrados hacia un
desenlace reprobable en todas sus escenas desde la génesis del mismo. Consumado
el segundo acto, centrado en la destrucción de propiedad pública, es decir de
toda la sociedad, la puesta en riesgo de su propia integridad física y
potencialmente la de los demás ocupantes del centro “Ceprili” por parte de esta
pareja de adolescentes, paradójicamente los soliviantados obtienen la atención
de quienes se encontraban reunidos.
Menciono el término “paradójicamente”,
por el hecho de habérsele prestado atención a sus demandas, inicialmente no
violentas, sólo después de recurrir a herramientas de coacción; que según
parece desprenderse de las imágenes documentadas, resultan altamente efectivas
para ser escuchados, al menos desde un punto de vista estrecho, lineal y
utilitarista. Una línea de razonamiento que parece estar bilocada y ser
ambivalente para internos y funcionarios en este caso. A posteriori ocurre una
tercera incidencia que incentiva nuestra curiosidad. Los adolescentes son
conminados, por los primeros funcionarios en hacerse presentes detrás de la
puerta- reja ya descripta, a dejar caer de sus manos los elementos contundentes
que aferraban. Exigencia a la cual ambos menores acceden de inmediato. Enseguida
vemos ingresar al patio con suma precipitación y atropellamiento, un grupo de
adultos que por momentos asciende a más de veinticinco personas reunidas,
quienes estaban presentes en la antemencionada asamblea gremial. [12]
Resulta evidente, si recurrimos a
las modernas teorías sobre resolución de conflictos y a la psicología
adolescente, lo exagerado y poco contribuyente a una posición conciliatoria de
un número tan desproporcionado de funcionarios
con respecto a dos individuos que, a esas alturas, no mostraban señales
claras de agresividad o descontrol. [13] Pero lo más grave, consideramos, es la
forma en que se efectúa el ingreso al recinto. Emparentada por analogía con las
masas enardecidas y fanáticas que tan reiteradas veces podemos ver salir en
tropel de nuestros escenarios deportivos, enardecidas, incapaces de reflexión,
arrollándolo todo a su paso desenfrenado. Si el fin buscado con esta irrupción
era la disuasión, se logró con expeditiva prestancia. Pues se ve claro que la
única reacción por parte de los dos internos fue la de cubrirse, intentar
salvaguardar en lo posible su integridad física, frente a una marea humana que
se les venía encima.
Sin poder evitar que a uno de ellos
se le tomara del cuello para derribarlo,
utilizando la fuerza bruta y de la aplastante superioridad numérica para
reducir, podríamos agregar con humillación incluida, a un individuo que no
ofrecía ningún tipo de resistencia evidente. Mientras tanto a su compañero, ya
esposado a la espalda y boca abajo en el suelo, uno de los trabajadores le
propinaba un puntapié en el rostro. Creo todos sabemos que en otros ámbitos a
este tipo de intervenciones se les denomina como uso de “fuerza excesiva” o
lisa y llanamente “brutalidad” seguido de una adjetivación genérica alusiva al
actor que la utiliza. Pasados algunos segundos uno de estos menores, es levantado en peso de los brazos colocados
a su espalda cual si se tratara de un fardo de heno para dejar espacio libre, el que será ocupado
rápidamente. Otros adolescentes son sacados de sus dormitorios, también esposados
a la espalda, en circunstancias a las cuales no nos referiremos, porque no se
pueden apreciar en el documento fuente sobre el cual nos fundamos para realizar
las apreciaciones del caso. [14]
Poco después, una nube de lo que
parece ser “humo” enturbia el ojo de la cámara, luego supimos que se trataba
del polvo esparcido por disparos con un extintor de incendios (elemento que se
puede observar en poder de uno de los funcionarios que van y vienen por el
recinto), hechos en otra zona de dormitorios. En declaraciones a distintos
medios de prensa el ya citado dirigente gremial José López, explicó que este
artefacto se utilizó para apagar un principio de incendio y también, para
reducir a otros adolescentes de los que continuaban sacando esposados al patio.
Lamentablemente estos dichos no pueden contrastarse con elementos de prueba
irrefutable, dado que nada de lo narrado aparece en el archivo disponible. Ahora bien, lo insoslayable sobre el punto
son tres aspectos muy precisos y llamativos. [11] [15]
El primero, se refiere a la
presencia de un altísimo representante sindical en una actitud pasiva y
desentendida, mientras se desarrollaban eventos de tan cuestionable corrección
y ajuste a protocolo frente a su mirada. El segundo, es la dudosa legalidad de
usar elementos tan poco convencionales en el control y la represión de
adolescentes. Y por último algo, que a
primera vista puede parecer muy humanitario, pero que en realidad encierra un
gran riesgo para la salud y hasta la vida de una persona. A consecuencia del
polvo expelido al aire en espacios reducidos con el extintor, uno de los
últimos adolescentes en ser depositado sobre el piso del patio, comenzó a
manifestar notorios problemas para respirar. Mientras inicialmente un funcionario
que se le acerca se desentendió de la situación a pesar de las efusivas
gesticulaciones del interno, poco más tarde otro trabajador pide a uno de sus
compañeros lo que parece ser un inhalador. La falta de audio dificulta escuchar
diálogos, pero luego de efectuar lo que parece ser una consulta a su colega, esta
segunda persona le suministra una o dos dosis de esta medicación. [16]
Una rápida duda que nos asalta al
respecto, atañe a la idoneidad para suministrar medicina u otras sustancias
químicas o farmacéuticas a un interno por parte de quien efectivamente lo hace.
En otros sectores públicos tomar este tipo de iniciativas puede costarle al
trabajador su empleo, siendo además imputable de responsabilidad civil y penal.
¿Qué pasaría si el menor en cuestión resulta ser alérgico a algún componente
activo de lo que le es suministrado? Además, ¿todas las personas participantes
en la improvisada asamblea eran
funcionarios efectivos del “Ceprili”? Y por ende esta singularidad nos lleva a
preguntar, ¿quiénes son realmente y qué papel desempeñan estas dos personas que
intervienen en la situación relatada? En esto como en otros aspectos que ya
hemos venido tratando, nada aparece demasiado claro en nuestro esfuerzo por
formarnos una idea objetiva de lo realmente acontecido en el lugar. Lo que auspicia
la proliferación de preocupantes comentarios, reacciones, opiniones y señales
alarmantes en diferentes grupos de la sociedad, con un énfasis mayoritario en
las sensaciones y las ideologías filiatorias a priori, que en el estudio
detallado y profundo de lo que podemos observar y discernir con fundamentos
sólidos. [10] [16]
Si comenzamos por repasar lo
informado y publicado por diferentes medios de comunicación, encontraremos que
un buen número de ellos tienen formas inapropiadas de titular la noticia; que
se ajustarían más a un intento por poner de relieve una línea de pensamiento o
a inclinar la opinión pública que los consuma en una dirección o visión propia
prefijada. En vez de esmerarse por llegar a la verdad tratando lo ocurrido con
el cuidado y la responsabilidad que una noticia de tales características y
derivaciones requiere. El uso del término “Golpiza” y algunos sinónimos del
mismo, es a las claras una elección desacertada y poco feliz. Deja al
descubierto, cuando menos, una aplicación descuidada de la terminología, pereza
en la redacción correcta o en el peor de los casos, aunque como explicamos esto
es de difícil prueba, una intencionalidad sesgada. [10] [11] [12] [17]
Por otra parte, debería preocupar
tanto a las autoridades como al gremio que personas ajenas al funcionamiento de
un centro concreto puedan ingresar y disponer discrecionalmente del tiempo que,
corresponde dedicar a la atención y contención de la población detenida. Aunque
se pueda alegar la procedencia y el ajuste a derecho del cumplimiento de un rol solidario con los colegas, lo
que no parece haberse aplicado en este caso fue un plan de contingencia, eso
siempre y cuando tal procedimiento exista. Evitando así que se produjera una
superposición de cometidos, donde lo sectorial y particular terminara por
eclipsar de las prioridades a la razón prima, la función esencial por la cual
estas mismas personas son funcionarios del INAU. ¿Qué pasaría si medidas y
procedimientos similares se aplicaran en instituciones de salud mental o en
cárceles de adultos? ¿Verdaderamente este tipo de proceder mejoraría las
condiciones laborales? ¿Y qué pasaría con los internos y la seguridad general?
Parece evidente que todas las islas están conectadas por la función social que justifica su existencia.
Sigue siendo un punto oscuro, sobre
el cual no hay informes oficiales, el intento de fuga al que se hace referencia como justificativo para
realizar una asamblea gremial. Tampoco hay informes sobre la entidad de las
presuntas heridas sufridas por cuatro trabajadores, en las horas previas al
incidente analizado en el artículo. Y tomando en cuenta que en el centro sólo habitan
sesenta internos y el número de funcionarios registrados por la cámara de
seguridad es de treinta, nos preguntamos ¿todos los adultos que intervinieron
directamente en la reducción y control de los jóvenes, están vinculados
laboralmente o desempeñan su actividad concreta en el centro “Ceprili”? Todo esto sin dejar de recordar que durante
los episodios se encontraba presente una representante gremial de primer orden
como el Señor José Lorenzo López, quien si bien se mantiene como pasivo
espectador, no tomando acción directa en las represalias, tampoco hace ningún
esfuerzo notable por moderarlas. [18] [19] [20]
Debemos ser claros y concisos en
todos los enfoques. La llamada “Golpiza” no se ve por ninguna parte de la
evidencia disponible hasta el momento (si nos ceñimos a la correcta aplicación
de las definiciones), lo indubitable es la aplicación de prácticas que se
acercan peligrosamente al grado de “Tortura”, esto siempre y cuando la justicia
uruguaya no termine enmarcándolas definitivamente en dicha tipificación. Mayor
perplejidad provoca la participación en
tan desafortunados eventos, de personas vinculadas o integrantes de
organizaciones que tan fervientemente apoyaron el voto contra la baja a la edad
de imputabilidad penal hasta los dieciséis años. La cerrada defensa de los
Derechos Humanos y los Derechos del Niño y el Adolescente, a nivel
institucional, se ve expuesta a contradicciones en la interna, como lo dejan al
descubierto las acciones y reacciones documentadas. Las cuales son a todas
luces inconsistentes con el discurso hace tan pocos meses pregonado,
convirtiéndolo en una entelequia. [21]
Otro tema que se demuestra
necesitado de pronto abordaje es el llamado “Protocolo de Intervención”. No
parece para nada seguro que sea conocido o reconocido, como marco regulatorio general
de los procedimientos aplicados por y en dependencias del INAU. Como tampoco otros
más específicos que puedan ser derivados de esta norma. Todas las referencias
sobre protocolos, encontradas en las declaraciones de los funcionarios que han
sido entrevistados, son excesivamente vagas, inconsistentes y contradictorias,
una serie de conflictivos acápites en el mejor de los casos, una secuencia de
referencias inconexas y desordenadas,
cuando no se pone directamente en duda la existencia de los mismos. Los actores
encargados de poner en práctica y valerse de herramientas previstas para el
correcto funcionamiento de las instituciones, protegiendo a todos los
involucrados, se encuentran perdidos en un dédalo de divergencias que intentan
ser salvadas y esclarecidas con actitudes reaccionarias. [22] [23]
A lo anterior se agrega, el formar
parte de una sociedad altamente politizada como la uruguaya, que poco a poco
comienza a ser rehén de varios
corporativismos florecientes. Se evidencia por reiteración real, en esta
oportunidad al igual que en otras, las pugnas por cuotas de poder dentro y
fuera de la esfera institucional. Las acusaciones cruzadas, el ataque personal
insidioso y pertinaz, la recurrencia en ciertos comportamientos encauzados a
endilgar a un agente en particular las culpas del mal funcionamiento general, descubren
intencionalidades poco sanas. Mezquinas en exceso y cortas de miras, con la
capacidad de sabotear cualquier esfuerzo enérgico y probo para cambiar la situación
actual. Extrañas a la necesidad de soluciones, que no son de nueva gestación
mas sí de una apremiante urgencia, que superen las pobres ambiciones de
solidificar posiciones sectarias, ya bastante deterioradas en cargos de gestión
fallida o funciones llenas de eufemismos evasivos. [24] [25]
Guste o no, se esté de acuerdo o no,
los niños y adolescentes que se encuentran recluidos, o bajo el cuidado directo
del Estado en instituciones como el “Ceprili” y otras dependencias del INAU,
son el espíritu, la esencia mater por la cual las instituciones aludidas son
creadas y sostenidas a lo largo del tiempo. Y las instituciones no son los
edificios, que por sí solos no pasan de una pila de materiales inertes puestos
en un orden determinado con un nombre que alude a la idea de su función
específica, el símbolo estático de una voluntad ajena. Concebidas así, por
ellas mismas solamente son un recipiente vacío o a lo sumo, las depositarias de
expectativas concernientes a una necesidad más o menos manifiesta. Requieren de
funcionarios que les otorguen vida, carácter y personalidad en todos los
niveles de acción donde deben desempeñar su cometido. Es dentro del marco de
competencias para el que fueron creadas, donde la sinergia de elementos
positivos o negativos les confiere su verdadera identidad. [26] [27]
Estando de acuerdo en este punto, parece
incontrastable que los niños y adolescentes detenidos en centros de cuidado a
la minoridad, en todas sus facetas, son el eslabón más frágil y, a su vez, lo
que da sentido a los trabajos y tareas designadas para los equipos a quienes se
les encarga y delega dicha labor. La situación de los menores, debería ser
siempre el hilo conductor de los discursos o intervenciones llevadas adelante
por cualquier organización, directa o indirectamente, vinculada a los mismos.
Son la causa y efecto que les provee de sentido, interpelándolos y evaluándolos
en su proceder en base a la fidelidad mostrada para con su sentido intrínseco. Pero la realidad se empeña en defraudarnos
bastante, sobre todo si nos basamos en declaraciones de un tenor como las
emitidas en algunas entrevistas recientes por el ex director del INAU, Padre
Mateo Méndez. [9] [28]
Nadie puede dejar de reconocer la
necesidad, facultad explícita e implícita y hasta la obligación de todos los
asignados a la tarea del cuidado de los menores, de mantener el orden en los
centros eso, creo, está fuera de toda discusión. No obstante, la misma
“meridianeidad” debería aplicarse a cumplir el rol en el marco estricto de los
protocolos y regulaciones previstos para tal fin, violados sin ambages en los
lamentables acontecimientos que relatamos. No puede ser permisible e
incensurable, la acción ácrata y el uso de impulsos reactivo-reaccionarios por
la mera asertividad de una situación extraordinaria, instituyéndolos por propia
voluntad en herramientas válidas. Erigiéndolas en pares de la ley vigente para
excusar los abusos, las desproporcionalidades y la falta de responsabilidad
ética y moral que no debieran acompañar el desarrollo de ningún trabajo, pero
que resultan mucho más sensibles, amplificando su impacto en situaciones tan
particulares como la presente. Avanzaremos un poco más en nuestra conclusión,
subrayando que ni siquiera la inexistencia de estrategias y protocolos debería desligar
a nadie de responsabilidad en estos episodios. Pues si se carece de ellos, nada
impide a los mismos trabajadores asociados, compenetrados seriamente con su rol,
a proponerlos presentando proyectos a través de las organizaciones que los
representan. [29] [30]
Si fijamos la posición de nuestras
conclusiones en este ángulo de enfoque, las últimas declaraciones del Señor
José López parecen ser poco afortunadas y carentes de probidad autocrítica. Proponiendo la creación
de un pseudo- juzgado especial por parte de la central de trabajadores como si
se tratara de un sistema judicial paralelo, queda más asociado a una
malentendida solidaridad de “clase” que a un genuino empeño por el
esclarecimiento y la hidalga asunción de responsabilidades. Un peligroso
círculo vicioso se comienza a delinear con derivaciones tan funestas para las
instituciones del Estado y los cometidos encomendados, como para la sociedad en
su conjunto y muy especialmente, para las bases filosóficas, ideológicas y
sociales del propio movimiento sindical. Las connotaciones en la opinión
pública son diversas, lo cual no impide fijar nuestro especial interés en
varias expresiones bastante tajantes y extremistas que circulan por los medios
virtuales, unas condenando los hechos, otras defendiendo el actuar de los
funcionarios y las más alarmantes, únicamente utilizan para sus expresiones un
sustento de prejuicios, presunciones y apasionamientos. Peligrosa incitación a
la radicalización del pensamiento que de propagarse puede tener consecuencias
cuyo desenlace no podemos siquiera llegar a intuir. [18] [19] [20] [24]
La Institución Nacional de Derechos
Humanos (II.NN.DD), lo mencionamos con anterioridad, hace tiempo viene
advirtiendo lo grave de algunas situaciones en lo funcional y edilicio de los
centros para el cuidado de menores infractores. Si volvemos a remitirnos a las
imágenes, salta a la vista la inapropiada distribución arquitectónica, al
colocar cloacas y registros con tapas fácilmente removibles en espacios de
acceso común para los internos. No admite dos opiniones esta deplorable falta
de previsión estratégica por parte de los encargados de diseñar este edificio y
otros, a los cuales se hace referencia en reiterados informes a la comisión
parlamentaria encargada del monitoreo. Además existen muchos trabajos previos
de investigación y supervisión llevados adelante por otras reparticiones del
estado y organizaciones sociales, los que desde hace años vienen advirtiendo
sobre estos aspectos. [31]
Es evidente que algo no se ha hecho
bien o no se ha atendido oportunamente. Haremos un apartado dentro del informe
para dejar constancia de una falla que nos sorprendió sobremanera en los
sistemas de acceso a la información, principalmente en el sitio del II.NN.DD.
HH. Al buscar acceder a los archivos de informes y declaraciones del organismo,
a través de los enlaces colocados a tal efecto, nos encontramos con que son
sólo fachadas que llevan a páginas inexistentes. Lo peor, es el irónico mensaje
que saluda nuestra frustración: “Que raro encontrarnos aquí”. En nuestra
opinión se trata de una expresión en exceso sarcástica, además de equivocada, ¡al
no resultar nada raro llegar allí cuando se busca información! Máxime si
tomamos en cuenta que los Derechos Humanos también comprenden el acceso a la
información, en especial la oficial. [32] [33]
Retomando el asunto del presente
artículo, consignaremos que actualmente ya se han presentado múltiples
denuncias en la Justicia por parte de la Directora del Sirpa, Gabriela Fulco y
familiares de varios internos. A su vez,
han sido emitidas una buena cantidad de declaraciones condenatorias para con
estos hechos, principalmente desde la órbita política, que en el fondo dejan
una sensación de ser expresiones puramente oportunistas con el objeto de tomar
distancia, para evitar algún señalamiento público por inoperancia. Sin dudas,
sea en un sentido u otro, la Juez que entiende en la causa emitirá su sentencia
cuando corresponda, aclarando un poco más lo acontecido. [34]
Pero consideramos que a la luz de lo
que un simple análisis superficial de situación deja al descubierto, no pasa
por el Poder Judicial la efectiva solución del problema, ni se puede pretender
que así sea. Las causas son mucho más profundas y arraigadas, proviniendo de
dentro y de fuera del sistema. El castigo a las culpas puede ser pertinente, de
ninguna manera la panacea a una patología que se ha ramificado a muchos otros
órganos del cuerpo institucional y social. El enfoque Holístico transversal,
sin dudas es el camino más largo y el más complejo hacia algunas soluciones. Por
ello quizás también, el único verdaderamente serio, factible y con posibilidades
de mayor éxito. Si cuenta, con la debida coordinación e incorruptible sensatez
en sus metas y objetivos. Orientándolo a cambiar las realidades empezando por
cambiarnos a nosotros mismos, con la flexibilidad multifocal que posee para el abordaje
de estos problemas por su naturaleza interdisciplinaria, siempre y cuando no se
lo deje caer en el efectismo acomodaticio e inmediatista o la desorientación. Evidentemente
quedan muchos aspectos sin tratar, pero de momento preferimos hacer una alto
aquí, para poder observar con mayor detalle el rumbo que tomarán los
acontecimientos de inminente desenlace y los que puedan acaecer de ahora en
más. [35]
Autor:
Prof. Diego
Ramírez Borges.
Fuentes de referencia o
citadas:
[1]-"La teoría del
establecimiento periodístico de temas de discusión". Wikipedia.org (2015).
[2]-"Ética en los
medios de comunicación". ObservaTel A.C (México, 2015).
[3]-"Código de
Ética Periodística". Sudestada.com.uy (Agosto, 2015).
[4]-"Ley
18.446". Creación de la Institución Nacional de Derechos Humanos (Enero
27, 2009)
[5]-"Instalación
de la Institución Nacional de Derechos Humanos". Dossier de prensa del
Parlamento Uruguayo. (Junio-Diciembre, 2012).
[6]-"Denuncia
conjunta de Inau y Sirpa al Crimen Organizado”. Radio uruguay (8 de mayo,
2014).
[7]-"Denuncian
golpizas a menores en INAU". El Pais.com.
[8]-"Juez
responsabilizó a INAU por abuso de dos menores". Sitio web de A.FU.SEC (2014)
[9]- “Corrupción +
soberbia = INAU”. Artículo de prensa en el "Correo de los Viernes” (2014).
[10]-"El video de
la golpiza a jóvenes recluidos que terminó en la Justicia".
elobservador.com.uy (Agosto 5, 2015).
http://www.elobservador.com.uy/el-video-la-golpiza-jovenes-recluidos-que-termino-la-justicia-n666516
[11]-Video en
elpais.com.uy sobre los eventos en el "Ceprili"(Agosto 5, 2015).
[12]-Video de los
eventos ocurridos en el "Ceprili" compartido en Youtube por Diario El
Observador.(Agosto 5. 2015).
[13]- "Resolución
de Conflictos". Ediciones Granica S.A; Buenos Aires, Argentina (2000)
[14]-"Empatía y
resolución de conflictos durante la infancia y la adolescencia". Revista
Latinoamericana de Psicología; vol.43 no.2 Bogotá (Mayo-Agosto, 2011)
[15]- "Consultarlo
con la almohada". Editorial en MontevideoPortal.com (Agosto 6,2015).
[16]-"Represión en
hogar Ceprili: “Deplorable que López diga que es habitual". Subrayado.com
(Agosto 6,2015).
[17]-"FUNCIONARIOS
REDUJERON A VARIOS ADOLESCENTES TRAS INTENTO DE FUGA" Diario
LaRepública.com.uy (Agosto 6,2015).
[18]-"Joselo López
no renuncia y pide licencia por 30 días para que se realice la
investigación". Nota en el Portal de noticias uypress.net (Agosto
11,2015).
[19]- Nota en el sitio
web del PIT-CNT (Agosto 11,2015).
[20]-"Defensa
central". Nota en el sitio MontevidePortal.com.uy (Agosto 10,2015).
[21]- Diccionario de la
Real Academia Española. Buscar definición de "Golpiza".
[22]- "Protocolo
de Intervención para Situaciones de Violencia hacia niños, niñas y
adolescentes". INAU (Noviembre, 2007)
[23]- Contradicciones
por video de Sirpa: ¿hay protocolo o no?. Radio El Espectador.com (Agosto
6,2015).
[24]-"Joselo
López: “Esto es un operativo político a varias puntas". Diario
Elpais.com.uy (Agosto 11, 2015).
[25]- "Fulco declaró
por polémico video del Sirpa". CarasyCaretas.com.uy (Agosto 10,2015).
[26]- "DENUNCIAN A
SINDICATO DEL INAU POR HACER ASAMBLEA DURANTE INCIDENTES DEL CEPRILI".
Nota en el Portal de noticias chasque.com.uy. (Agosto 11, 2015).
[27]- "OPERATIVO
EN EL CEPRILI NO CUMPLIÓ PROTOCOLO, SEGÚN SECTOR DE SUINAU". Nota en
MontevideoPortal.com.uy. (Agosto 7,2015).
[28]- "Padre Mateo
Méndez criticó modelo de recuperación de menores infractores". Nota en el
portal actualidad.com.uy (2014).
[29]-"El padre
Mateo Méndez renunció al Interj; denunció hechos de corrupción". Portal de
noticias LaRed21.com.uy (Febrero, 2009)
[30]-"Cuando me
fui un gurí dijo: ‘¿Y ahora quién nos defiende?". Padre Mateo Méndez en elpais.com.uy
(Agosto 9,2015).
31-INSTITUCIÓN NACIONAL
DE DERECHOS HUMANOS Y DEFENSORÍA DEL PUEBLO. Versión taquigráfica de la reunión
realizada el día 3 de abril de 2014.
[32]- Sitio web de la
Institución Nacional de Derechos Humanos.
[33]- Sitio web del
INAU.
[34]-"Oficialismo
y oposición repudiaron los hechos ocurridos en el centro Ceprili del
Sirpa". Artículo publicado en teledoce.com.uy (Agosto 5, 2015).
[35]- "Programa
nacional de educación" del Sirpa (Sistema de Responsabilidad Penal
Adolescente).
Autor:
Prof. Diego Ramírez Borges
domingo, 12 de abril de 2015
¿Un sueño idealista o el nuevo paradigma de la sociedad justa? (II)
Comparto con ustedes y dejo a vuestra consideración la segunda parte del artículo que publiqué días pasados. Espero les resulte de interés y promueva el debate sobre temas tan sensibles como los que aquí se tratan. Reitero que estos escritos son únicamente extractos de un trabajo bastante más amplio que llevo adelante y aún se encuentran en etapa "Borrador".
(Parte
II)
Tal como veníamos expresando en la primera
parte de este tema, la contraposición reinante entre las filosofías de
“Ganar-Ganar” y “Ganar- Perder” son objeto de estudio, debate y experimentación
por parte de varias instituciones y centros académicos pioneros en el campo de
las Ciencias Sociales y la Economía. Tomando en cuenta esto, parece evidente
que nuestra aportación en los aspectos más técnicos de las doctrinas en
cuestión sería muy probablemente nimia e intrascendente, ahora consideramos que
no ocurre lo mismo con el enfoque dado a la aplicación de las mismas, sobre lo
cual se fundamenta el uso y la dirección que tomaran sus derivaciones a futuro.
En la actualidad todos los trabajos que
giran en torno a las posibles implicancias resultantes de aplicar el concepto
de “Ganar- Ganar” en la órbita práctica se plantean desde una posición donde
para su implementación se debe ser un iniciado o estudiante avanzado sobre
determinados aspectos de la ciencia. En nuestra opinión tal postura dificulta
nos solamente su puesta en práctica, sino también la cabal comprensión por
parte de la mayoría de las sociedades del alcance que podrían llegar a tener
las mismas como transformadoras de la visión actual que tenemos (sobre todo en
el mundo occidental) de las relaciones con grado de interés material entre
individuos. Y menciono en primer lugar éstas por la sencilla razón de que es en
el desenvolvimiento de las mismas donde los principios tradicionales de lo que
es “ganancia” y “beneficio” se muestran en su vertiente más cruda y dura.
Desde nuestra perspectiva si lo que se
busca es una vez que ya se han demostrado los beneficios de un cambio en el
paradigma dominante, los cuales si bien parecen bastante obvios trataremos de
demostrar más adelante con ejemplos de la mayor simpleza posible, la necesidad
de su conocimiento e interiorización por parte de los individuos parece
indispensable a todas luces. En ningún caso se puede pensar en alcanzar este
objetivo mientras nos eduque sobre las bases de un relacionamiento entre los
sujetos. Vale decir entonces que si tal modelo
se aspira sea un nuevo paradigma social, no debe en ningún caso tener un
tratamiento meramente elitista o sectorial. No puede convertirse en una
teorización abstracta utilizada para disertar sobre idealismos y eternizarse en
discusiones bizantinas donde no haya nunca una resolución clara sobre su
aplicación práctica.
No perdemos de vista en ningún momento la
realidad de tratar con una forma de pensar y actuar bastante novel, al menos en el campo
del estudio metódico y científico ya no solamente teórico y filosófico,
asentado sobre bases tal vez todavía no compatibles totalmente con las
estructuras heredadas del pasado siglo y con reminiscencias que nos remontan a
mediados del siglo XIX e incluso más
atrás en el tiempo. Y es justamente el tener conciencia de la amplitud de
factores conformantes de los modelos relacionales en una sociedad y lo largo de
los procesos de transformación que nos surge la preocupación constante por la
necesidad de incorporar a la brevedad los nuevos conceptos a la enseñanza
general y sobre todo en aquellas materias donde se busca formar espíritu cívico
y de convivencia social. Contrario a lo percibido hasta el momento donde todo
parece indicar la intención de hacer de éstas teorías una materia competente en
exclusividad para la formación profesional en economía y comercio con pocos
ámbitos más de aplicación.
Estamos convencidos de lo subdesarrollada
en su potencialidad que resultaría una utilización tan acotada de conceptos que sin duda trascienden ampliamente al campo específico
del intercambio material o el marco ético de algunas profesiones. Es necesaria la universalización de tales
postulados partiendo desde la educación y en sus primeras etapas, permitiendo
así una transformación en todo el espectro de las relaciones humanas,
permitiendo una aceptación e interiorización profunda desde las bases mismas de
las organizaciones piramidales que nos rigen actualmente y seguramente
continuaran rigiéndonos durante bastantes décadas más. Como verán, no nos
referiremos por lo tanto, al menos en principio, a la estructura en sí sino a
las metodologías e ideologías en base a las cuales se desarrollan los vínculos
al interior de la organización social, en el entendido que todo el material humano presente en los estratos superiores y la
élite dirigente de cualquier organización social no es en definitiva otra cosa
que un reflejo de su base multiforme y por ello el más claro exponente de los
preceptos imperantes en la masa donde se originan. Nos referimos claramente aquí
a sociedades donde la mayoría de sus miembros pueden tomar parte de forma
directa o indirecta en las transformaciones operadas al interior de las mismas.
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Autor:
D.R.B
miércoles, 8 de abril de 2015
¿Un sueño idealista o el nuevo paradigma de la sociedad justa?
El presente artículo que comparto con
ustedes, estimados amigos, es el borrador de lo que seguramente se convertirá
en el prólogo de un nuevo libro sobre el cual estoy trabajando desde hace un
tiempo. En ningún caso se trata de un texto acabado y definitivo, ni en su
parte conceptual o textual
Entonces tal vez se pregunten ¿para qué
compartirlo? Pues bien, la razón es como siempre lo digo, no el hecho de
expresar opiniones, perspectivas u ópticas sobre la realidad en forma de verdad
axiomática o ley universal y pragmática inalterable. Sino por el contrario, se
trata de someter cada palabra a la consideración de quién la lea, con el
objetivo de promover la discusión y la crítica sobre aquellos aspectos más
subjetivos, que paradójicamente condicionan latente y sensiblemente nuestra
realidad objetiva.
A este respecto, agradezco desde ya todos y
cada uno de los comentarios que sobre lo aquí expuesto se hagan. Ahí está la
verdadera intencionalidad del artículo, promover el diálogo, el intercambio y
la retrospectiva e introspectiva sobre la sociedad en la cual nos toca convivir
y algunos de sus aspectos menos evidentes.
(Parte I)
“
Al formarnos o prepararnos para vivir en un
mundo que debe ser medido y pesado, o al menos para sobrevivir a él, dónde en la valoración del triunfo o de lo exitoso,
se hacen prevalecer los aspectos cuantitativos por sobre los cualitativos que
les resultan extraños a los sistemas científico-matemáticos predominantes. Nos
formamos y nos forman en la teoría del “Ganar- Perder” y no en la de “Ganar- Ganar”, puesto que ésta última presenta una redundancia absurda para las viejas
bases paradigmáticas según las cuales se entiende el mundo. Es decir, nos
presentan un mundo nuevo pero a través de un cristal que solo permite la
observación de una limitada gama de colores ya conocidos. Un paradigma materialista en un sentido muy acotado del
término parece regir toda la estructura valorativa que se toma como válida y
real por parte de las ciencias duras, a quienes, por otra parte, se les encarga
la tarea de poder representar el universo humano. En otras palabras, se le pide
a disciplinas teóricamente objetivas la representación y explicación sobre la
conducta de cosas totalmente subjetivas.
Como es lógico al colocarse en una
posición tan radical, algunas disciplinas que son la base para el estudio de
las sociedades en la actualidad, sustentan su idoneidad para la tarea
recurriendo al expeditivo método de “si no lo puedo representar y no está
probado, no existe”. Con lo cual sólo toman en cuenta aquello ya creado, lo que
se puede contar. Si bien es cierto que en la práctica las cosas no ocurren totalmente
de este modo, las bases filosóficas sobre las que se cimentan las mediciones
gráficas a las cuales generalmente se recurre son éstas. Partiendo desde este
punto de vista se puede concluir entonces que para los sistemas métricos
actuales o al menos aquellos más utilizados en la medición de la actividad
humana, primero se crea una forma material objetiva y luego se cuantifican y
enumeran sus características obteniendo la condición de objeto real y existente.
Tomando lo antes dicho como una verdad
incontrastable, nos encontramos ante la dura revelación de que el alma no
existe, peor aún las ideas tampoco y la felicidad por ejemplo sería una
superstición o en el mejor de los casos una anomalía o un desajuste de la
conducta, por mencionar algunos ejemplos rápidos, pero como ya se habrán dado
cuenta la lista se puede ampliar exponencialmente. Ahora bien, por qué traigo a
colación estos puntos de vista, cuando nos referimos a teorías como el
“Ganar-Ganar” y “Ganar-Perder”. Pues por la sencilla razón de que ambas
posturas, que en la actualidad han comenzado a ser bastante analizadas surgiendo respectivos defensores y detractores, se encuentran sustentadas en la génesis
de las mismas por posturas filosóficas concordantes o contrapuestas con esta ya
bastante desactualizada forma tradicional de ver al mundo, y de expresar o dar sentido al
término “realidad”, como podremos ir descubriendo más adelante.”
………………………………………………………………………………………………….
Autor:
D.R.B
lunes, 30 de marzo de 2015
Una visión cercana de la Escuela Rural uruguaya.
Breve introducción
Este artículo, no tiene otra finalidad que dar una mirada muy particular, personal y subjetiva sobre la realidad de las vivencias que se desarrollan en el seno de la Escuela Rural uruguaya. Si bien, nos vamos a referir a un caso en particular, la mayor parte de lo que comentamos, sin dudas, es aplicable a la mayoría de los centros educativos con similares características. Reitero que no abordamos la presente publicación pretendiendo haber realizado un trabajo acabado o exhaustivo, sino nada más un aporte que mantenga en el centro de atención a lo que sin dudas es una institución en sí misma: "Las Escuelas Rurales". Lo que a continuación leerán es mi muy modesta colaboración personal a un trabajo de investigación y seguimiento sobre la educación fuera de los medios urbanos, realizado en conjunto con profesionales de mayor renombre en el ámbito académico uruguayo. Dicho trabajo fue presentado en el "Quinto Seminario Internacional Sobre Educación Rural" llevado a cabo entre el 14 y el 16 de Octubre de 2014 en el "Centro Agustín Ferreiro".
Como siempre quedamos abiertos y a la espera de sus opiniones y comentarios.
Nuestra
llegada
Nuestro arribo al local de la Escuela Rural
200 de Santa Lucía del Este, se produjo sobre el mediodía, minutos antes de que
las maestras y los alumnos de dicho centro educativo detuvieran las actividades
curriculares para almorzar. Lo cual realizan todos los estudiantes de
diferentes grados al mismo tiempo, compartiendo sin distinción alguna un
espacio común de sociabilización activa y espontánea, condicionada únicamente
por el grado de afinidad personal existente entre los niños, expresada en los
lugares que cada uno elije ocupar en la mesa.
En los primeros momentos algunas miradas,
mezclas de curiosidad y desconfianza, de la misma forma que comentarios en voz
baja, dejaron en evidencia además de la incertidumbre por el motivo de nuestra
visita, el hecho de que los alumnos intentaban procesar la presencia de un
cuerpo extraño dentro de su medio habitual de caras conocidas. A instancias de
la Maestra Directora el grupo multidisciplinario fue invitado a compartir con
los alumnos y las maestras este momento, lo cual hizo que rápidamente nos
encontráramos integrados en la dinámica de la vida cotidiana del centro
educativo propiciando el acercamiento.
Teniendo en cuenta que nuestra presencia en
la escuela tenía como razón primordial observar y analizar las particularidades
y singularidades del desenvolvimiento de los niños en los años previos a su
ingreso en la educación secundaria; para poder pensar y planificar un tránsito
con el menor impacto negativo posible. Este acercamiento nos permitió percibir
como primer descubrimiento la importancia y la necesidad por parte de los
educadores a todo nivel, de acercarse e integrarse en las rutinas comunes de
los alumnos como forma de generar lazos de cercanía y empatía con ellos. Y esta
necesidad, podemos concluir desde ya, no es patente solamente a nivel de la
enseñanza primaria, sino por el contrario va en aumento a medida que los
educandos comienzan a transitar por instancias superiores de formación. Queda
cada vez más claro el beneficio recíproco que conlleva para todas las partes
integrantes del sistema educativo, la promoción de espacios y momentos de
acercamiento más allá de lo curricular, generando sentimientos de confianza,
retroalimentación y conocimiento mutuos.
Durante el desarrollo del almuerzo pudimos
apreciar como las maestras cumplen cabalmente con funciones y actividades
asociadas comúnmente al rol maternal más que al académico. Por ejemplo:
repartiendo ellas mismas el pan y la fruta a los comensales, dando consejos y
normas de comportamiento en la mesa a los niños, enseñándoles la importancia de
compartir con el compañero, etc. Es
decir haciendo de algo cotidiano y ordinario una experiencia de acercamiento y
didáctica de aplicación práctica para la vida en sociedad.
¿Somos capaces de dar a los alumnos las dos
mitades en la educación?
Tal cual ya se referenció al comienzo mismo
de esta ponencia, fue en el transcurso del almuerzo que escuchamos decir
por parte de una alumna la frase: “Yo
quiero las dos mitades, maestra”.
En principio parece una frase acuñada en la
más tierna inocencia, pero si nos concentramos en ella con ojos más agudos y la
analizamos en profundidad con espíritu crítico nos surgen por lo menos dos
preguntas íntimamente relacionadas con la tarea docente y alguno de los temores
y dudas que nos asaltan diariamente. ¿Cuáles son las dos mitades en la
educación? ¿Somos capaces cada uno de nosotros y el sistema educativo en su
conjunto, de proporcionarles a los alumnos las dos mitades de la manzana y no
sólo una parte seccionada de ella?
Parece bastante claro que la enseñanza a
cualquier nivel debe tomar integralmente al ser humano y no solamente una parte
o atributo de él, para tener posibilidades de rendir frutos sociales que a
partir de cada individuo se reflejen luego en la comunidad de forma beneficiosa
para todos sus integrantes. En otras palabras una enseñanza que prepare seres
humanos para vivir en sociedad debe ineludiblemente humanizar a esos seres y no
al revés. Dicho de esta forma parece algo bastante obvio, sin embargo las
escuelas rurales son de los pocos lugares dónde por diferentes circunstancias
podemos apreciar un esfuerzo institucional por lograr ese equilibrio, entre
aprender y ser con el entorno.
Si tomamos la educación y la comparamos con
la mencionada manzana, distinguimos dos partes iguales que conforman el todo.
Por un lado una que contiene componentes que alimentan nuestra razón, nuestro
intelecto y busca primordialmente desarrollar nuestras capacidades cognitivas.
Y por otro lado tenemos la otra mitad compuesta por lo emocional y sensorial, la que nos predispone para
recibir conocimientos e incorporarlos en lugar de rechazarlos. Si
emocionalmente no logramos predisponer al alumno para el aprendizaje,
contemplando sus peculiaridades, sus fortalezas y dificultades, mal podemos
pensar en transmitirles conocimientos de forma efectiva.
Una vez desarrolladas las actividades
planificadas para ser llevadas a cabo directamente con los alumnos objetivos de
nuestra visita, percibimos la importancia del aprendizaje en comunidad y no
estratificado rígida y únicamente por edades, grado o ciertas presuntas
capacidades subjetivas y estandarizadas al estilo de la producción en serie.
Sin tomar en cuenta los intereses del propio educando, es decir transformando
el objetivo de la actividad educativa en un objeto inanimado al cual se debe
moldear sin contar con su voluntad. De la misma forma vimos en la práctica como
las maestras de esta escuela aplican un concepto educativo muy moderno y que
está siendo desde hace ya un tiempo, campo de amplio tratamiento por parte del
mundo académico. Nos referimos a la importancia de tomar en cuenta y reconocer
claramente que es lo que el alumno “Ya
sabe” sobre un determinado tema, antes de plantearnos la tarea de enseñarle
algo sobre dicho tema.
Éste es el segundo logro que pudimos
distinguir a lo largo de nuestra visita a la escuela rural. La igualdad entre
los alumnos, incluidos algunos con evidentes problemas para el aprendizaje,
viene dada desde el conocimiento personal de cada uno de ellos, y la capacidad
de las maestras para adaptar la asimilación de los conocimientos a las formas
que pueden ser correctamente interpretadas y asimiladas por cada alumno o grupo
de alumnos según el caso. Lograr que el niño o el adolescente consideren el
espacio común de aprendizaje como un lugar amigable y grato es una condición
previa imprescindible para conseguir la apertura cognitiva predisponiéndolos a
aprender. El no poder sostener dicha condición durante el traspaso de la
enseñanza primaria rural a la secundaria, pueden explicar muchas caídas en el
rendimiento de los estudiantes. Y sin ánimo de ser concluyentes, dilucidar este
tipo de temas o aportar elementos para su estudio se encuentra dentro del eje
axial de nuestra tarea.
¿Por qué la Escuela Rural?
En lo personal cursé estudios primarios en
el medio rural, pero luego por distintas circunstancias he estado
ocasionalmente vinculado también a escuelas urbanas teniendo la oportunidad de
apreciar y comparar ambas realidades. Sin dejar de reconocer los esfuerzos y
logros de todo el sistema de educación primaria en cualquier contexto, siempre
termino percibiendo que cuando nos referimos a la generación de vínculos,
sentimientos de pertenencia y cercanía
con el centro y desde él hacia los demás, la escuela rural-por su formato y
dinámica educativa- es la que obtiene los resultados más notorios y notables.
En este tipo de instituciones lo primero
que se percibe es un proceso de apropiación positiva por parte de la comunidad
en la que se encuentra inserta, y esto se refleja luego en la actitud que los
hijos de esa comunidad adoptan hacia la misma escuela. Con un agregado que
considero fundamental, y es que los “Hijos del pueblo” comparten el mismo lugar
de formación que los “Hijos de las élites” de esas micro sociedades locales.
Lográndose de esa forma un entramado social dentro de la comunidad y con la
escuela como centro, mucho más sólido y profundo que los generados a partir de
otras realidades.
En
este aspecto puntual, la falta de posibilidades para acceder a otra formación y
en otros medios, redunda en un beneficio para la creación de lazos de
pertenencia sólidos y transversales a todos los integrantes de la comunidad.
Lazos que se prolongan luego en el tiempo más allá de las posibilidades de
elección futura a las que se pueda acceder.
D.R.B
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